El Delegado de Protección de Datos (DPD o DPO, en sus siglas en inglés, Data Protección Officer) es una figura clave en el nuevo modelo de gestión de la protección de datos que se encarga de supervisar internamente el cumplimiento de las obligaciones que impone el RGPD.
El RGPD establece la designación obligatoria de un Delegado de Protección de Datos para organismos públicos, entidades que realicen tratamientos de datos a gran escala de forma habitual y sistemática, y entidades que traten categorías especiales de datos o relativos a condenas e infracciones penales.
Aun no estando obligado, es muy recomendable la designación de un DPD voluntario como medida de responsabilidad proactiva.
Entre las funciones del DPD cabe destacar su labor mediadora. La LOPDGDD establece que, con carácter previo a la presentación de una reclamación, el afectado podrá dirigirse al DPD de la entidad a la que se reclame. Incluso si el afectado presenta una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, ésta podrá remitirla al DPD a fin de que este responda en el plazo de un mes.
Es vital para las empresas designar un Delegado de Protección de Datos especializado que cuente con la cualificación y requisitos establecidos en el RGPD, ya que el buen desempeño de sus funciones puede jugar un papel decisivo para evitar una sanción por una posible mala práctica en la protección de los datos personales.
En AICOR contamos con profesionales certificados como Delegado de Protección de datos, bajo el esquema de certificación promovido por la Agencia Española de Protección de Datos, que reúnen la cualificación profesional y los conocimientos requeridos para ejercitar su labor.